Deliciosos turrones y mazapanes

En fechas tan señaladas como estas es habitual el consumo de dulces navideños. Hay quienes esperan ansiosos la Navidad, más que para recibir regalos, para disfrutar de grandes comilonas en las que habrá, por descontado, la presencia de estos típicos dulces navideños. Aunque después la cuesta de enero se puede hacer un poco abrupta y las rebajas estarán más en tu dieta que en la tienda.

Un poco de historia…

Se sabe que en la época griega se preparaba una masa con frutos secos y miel para dar energía a los deportistas que participaban en las olimpiadas, hoy día a esta masa se la conoce con el nombre de turrón.

También se dice que los árabes fueron los primeros en introducir el turrón en nuestro país.

El porqué de su consumo únicamente en Navidad reside en que los Jijonencos aprovechaban los meses de frío, cuando la agricultura se paraba, para elaborarlos y venderlos, siendo una tradición que se ha conservado hasta la actualidad.

Otros dulces que también toman protagonismo en Navidad son los mazapanes. Existen muchas leyendas acerca de su origen, aunque lo más probable es que sean de procedencia árabe. Por tanto, habrían sido introducidos en Europa con la invasión musulmana o bien a través de peregrinos.

Amplia variedad, a tu gusto

Las materias primas que se utilizan para la elaboración del turrón son muy diversas. Desde almendras, miel, azúcar y albúmina hasta nueces, piñones, manteca de cacao, coco, frutas, limón o licores, entre muchos otros.

Los dos tipos de turrón más tradicionales que nos ofrece el mercado son el blando, que es el conocido como turrón de Jijona, en el que la almendra es molida y mezclada con el resto de ingredientes, y el duro, en el que la almendra es añadida entera a la mezcla, conocido como turrón de Alicante.

También hay turrones diversos elaborados con otros ingredientes y los hay que pueden rellenarse o cubrirse con distintos preparados de confitería o de pastelería.

Lo mismo ocurre con los mazapanes. Su elaboración parte de una mezcla de harina, grasa animal, azúcar y almendras molidas con la posterior adición de distintos ingredientes, como coco rallado, chocolate o canela. También sueles ir recubiertos de azúcar en polvo o glasé.

Ya ves que no te vas a quedar sin probar ninguno que no tenga tus ingredientes preferidos.

Algo más que el paladar

Lo dulce se vuelve tentador y en Navidad aun más.

Son alimentos muy energéticos por su elevado contenido en azúcares y grasas vegetales de almendra.

A la hora de escoger un turrón mejor optar por el turrón duro por su menor índice glucémico.

El mazapán aporta más cantidad de fibra, vitamina E, calcio y hierro que el turrón. Así que si te dan a escoger mejor optar por el mazapán, aunque cada variedad es distinta.

A la hora de comprarlos y decantarte entre uno u otro, mira la etiqueta para comprobar su composición nutricional y, muy importante, su contenido en azúcar.

Disfrutar de estos dulces navideños no nos va a hacer ningún daño si sabemos consumirlos con cabeza.